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El compartir la vida con ellos

Nosotros reservamos la habitación independiente con terraza. Hay dos unidades de este estilo, y están muy bien de tamaño, con unas vistas impresionantes. No hay wifi (ni datos con la tarjeta sim local) en el dormitorio, para tener wifi tienes que desplazarte hasta el edificio principal-comedor, que está un poco alejado y más arriba en la ladera, a dos minutos subiendo unas escaleras. Nosotros llegamos conduciendo un coche de alquiler y la carretera desde la vía principal es de tierra, pero no está en excesivo mal estado para lo que vimos en esta parte del país. El alojamiento es un proyecto de la comunidad local, por lo que todo el dinero permanece en la comunidad. Ellos ofrecen visitas a la comunidad, trekking por el entorno y diversos paseos por el parque natural y el bosque. Esta parte fue la más interesante, porque puedes estar en contacto con la realidad local. Nosotros estuvimos dos noches e hicimos el trekking de 5 horas al monte de al lado, desde donde había unas vistas espectaculares aunque no pudimos ver los picos más altos porque estaba nublado. Fuimos con Osbert, un guía local, muy simpático, que además nos iba contando anécdotas y fue buscando camaleones por el camino para ver. Impresionante el camaleón de tres cuernos. Fue una experiencia diferente e interesante que recomendamos hacer si vais con tiempo a Uganda y queréis saliros del recorrido turístico tradicional.

Esta muy bien. El jardín precioso y el trato del personal una maravilla, encantadores y pendientes de nosotros en todo momento