
De
EspañaEstuvimos durante una semana el mes de agosto, después de leer tan malos comentarios fue una sorpresa lo que encontramos, camas cómodas, nos informaron antes de llegar si necesitábamos sábanas y toallas eran a un precio de 9€ por pack.
La habitación es grande con 4-5 camas y tiene baño privado con ducha, todo estaba limpio, el personal es muy eficiente y cada día limpian a fondo las habitaciones que queda. Libres, eso si durante los días que estás la habitación no se limpia, ni el baño así que tuve que pedir una escoba y fregona para poder limpiar el suelo, está a pie de calle y fuera hay mucho espacio verde con hierba y plantas, mesas de picnic..por lo que hay muchísimos mosquitos y la suciedad de la calle entra fácil en la habitación, matamos muchos mosquitos (es una barbaridad la cantidad que hay) pero bien. No se escuchaba ruido por la noche.
La cocina estaba bastante limpia y muy equipada, microondas ( bastante dejado) hornos (también dejados y sucios) pero tienen lavavajillas y yo cada día lo ponía para lavar bien platos y vasos, las neveras dentro están limpias (el problema son las comidas que dejan los huéspedes que se van y se pudre dentro) muy común encontrar ollas llenas de comida..yo cuando veía ollas pasar 3-4 días las sacaba y tirabas la comida, nosotros pudimos guardar toda la comida que compramos y cada día cocinamos bien.
Es cierto que a diferencia con los albergues de España es mucho mejor, wifi solo hay en la sala común.
Las vistas son preciosas a un pequeño puerto y el atardecer desde las mesas de picnic al lado de la cocina es espectacular!
Si estás acostumbrado a viajar en camper y de camping este albergue te gustará.
Si esperas un hotel con comodidades no vayas.
El personal muy muy amable pero no contestan mails ni están prácticamente allí, solo de 9-11 y de 15-18, si llegas por la noche te dejan las llaves en una habitación abierta, pero debes preguntar vía booking, a veces dejan un cartel colgado en el cristal con tu nombre y habitación.