Albergues en Fukuoka

La dueña del lugar es una persona increíble! Es super sociable y se interesa mucho en que sus huéspedes la pasen bien. Me ayudo absolutamente en todo lo que necesitaba, me llevó de compras , me enseño sobre la cultura japonesa, fuinos a comer juto con el resto de los huespedes todas los almuerzos y cenas. incluso nos llevó de excursión a la isla que está frente a Fukouka, consiguió alquilar un auto muy barato y nos llevó a recorrer la isla. Tambien tiene bicicletas se uso gratuito y recomendaciones espectaculares sobre donde ir. De las mejores experiencias en un hostel, y la mejor atención que jamás recibí

La cercanía al metro, lugares para comer. Un lugar que permite descansar

Tiene excelente ubicación para el transporte público y el aeropuerto. Está en una zona muy tranquila. Tiene una decoración artística y moderna. El gato gigante espacial lo hace fácil de ubicar. Además, el personal es sumamente agradable y colaborador. Nos dieron una excelente recomendación de ramen que jamás olvidaremos. El ingreso es tarde, a las 16h00 pero nos permitieron guardar las maletas mientras paséabamos, pues llegamos cerca de las 10h00. La habitación compartida es lo suficientemente espaciosa para dos personas con una maleta pequeña y unas 2 o 3 noches, tiene buen aire acondicionado para el calor del verano. La limpieza es impecable en todas las estancias y las camas súper cómodas, con su propio conector para teléfono. Los baños compartidos son amplios, iluminados e impecables. En el piso donde está el comedor y una sala de lectura, hay máquinas de refresco, un refri e implementos de cocina más que suficientes: vasos, tazas, bowls, platos pequeños y grandes, tenedores, cuchillos... Y es un lugar súper bonito para estar y leer. Tiene su pequeña terracita para quienes fuman o quienes deseean tomar aire fresco. En el primer piso, hay un pequeño cuarto de lavado donde ponés unas monedas para lavar y secar tu carga de ropa. También hay una pequeña plancha. En las fechas que nos hospedamos, había ensayos para unas fiestas patronales que se celebran en agosto, lo cual nos permitió observar un poco de las tradiciones locales a solo un par de cuadras del hotel. Termina todo muy temprano, lo cual permite también descansar. Lo recomiendo y volvería a repetir.

La ubicación era muy buena, la sala de estar era cómoda y el personal muy agradable. La cama era cómoda, aunque me golpee un par de veces la cabeza con al escalera de la otra cama (pero debo ser yo la tonta).

la ubicación para mi era escencial, ya que iba hacia el puerto a la mañana siguiente, lo cual pude hacer caminando sin problemas.

El personal encantador en todo momento, buenas instalaciones y las camas súper cómodas. Bien comunicado y ubicación buena

cercano al metro y al paradero de buses, las instalaciones equipadas con todo y muy cómodas

La habitación es muy amplia y cómoda. Las instalaciones estaban muy limpias