La vivienda, construida en 1936, pasó de vivienda a ser un bar, más tarde domicilio particular, donde "El Inglés", amante de la naturaleza y minuciosa en los detalles, restauró con ilusión y esmero cada estancia, con elementos naturales propios de la zona - fachadas blanquedas, aleros de madera labrada, labores de rejería y balcones de hierro o madera. Dentro, la piedra de arena y vigas de madera la dotan de naturalidad y confortabilidad - hasta llegar a nuestra familia, donde con toda la ilusión la ofrecemos para el mayor disfrute del huésped en su estancia.

Somos un matrimonio los que gestionamos la vivienda de forma personal, intentando atender las necesidades de nuestros clientes de la mejor forma posible.