¡Hola! Soy Juani, la anfitriona de La Almazara del Cristo, y será un placer darte la bienvenida a mi casa. Esta almazara rehabilitada forma parte de mi vida, y hoy la comparto con ilusión para que otros puedan disfrutar de la tranquilidad, la naturaleza y la tradición que siempre nos han acompañado. Me encanta recibir a viajeros porque cada persona trae consigo una historia distinta, y poder compartir la nuestra —la de una tierra de dehesas, cultura y buena gente— es muy especial para mí. Lo que más disfruto es ver cómo los huéspedes se sienten como en casa, ya sea descansando en un rincón tranquilo, descubriendo los sabores de la gastronomía extremeña o recorriendo los senderos del Parque Nacional de Monfragüe. En mi día a día me gusta cocinar, cuidar el jardín y disfrutar de la vida en el campo. Creo que esos pequeños detalles son los que hacen de este lugar algo único, y por eso pongo todo mi cariño en que tu estancia sea cómoda, acogedora y memorable. Aquí encontrarás un espacio pensado para desconectar, reconectar con lo esencial y llevarte un recuerdo auténtico de Extremadura. ¡Te espero con los brazos abiertos!

La Almazara del Cristo es una antigua almazara rehabilitada en el corazón de la Sierra de Monfragüe, donde tradición y confort se encuentran para ofrecerte una estancia inolvidable. Cada rincón de la casa conserva la esencia de la historia local, combinada con una decoración cuidada que mezcla lo rústico y lo moderno, creando un ambiente acogedor y auténtico. Nuestros huéspedes disfrutan de amplias habitaciones con encanto, zonas comunes ideales para relajarse y un entorno natural privilegiado rodeado de dehesas y paisajes únicos. El alojamiento está diseñado para que te sientas como en casa, ya sea descansando en la tranquilidad del patio, leyendo junto a la chimenea o explorando las rutas de senderismo y los miradores de Monfragüe. La calma del entorno, el trato cercano y la autenticidad del lugar hacen que cada estancia se convierta en una experiencia única que invita a volver.

La Almazara del Cristo se encuentra en Serradilla, un encantador pueblo de la provincia de Cáceres, rodeado de naturaleza, tradición y hospitalidad extremeña. Lo que más gusta a quienes nos visitan es la tranquilidad de la zona y la cercanía con algunos de los lugares más bellos y emblemáticos de Extremadura. A pocos minutos se encuentra el Parque Nacional de Monfragüe, un paraíso natural reconocido por su biodiversidad y sus espectaculares miradores, donde se pueden observar buitres, águilas y ciervos en libertad. Los amantes del senderismo y la fotografía disfrutan especialmente de rutas como el Castillo de Monfragüe o el Salto del Gitano, auténticos imprescindibles. El pueblo de Serradilla alberga uno de sus mayores tesoros: el santuario del Cristo de la Victoria, declarada Bien de Interés Cultural y lugar de gran devoción popular, donde se venera al Cristo, obra única de gran valor artístico y religioso. Su historia y sus fiestas atraen a visitantes de toda la región y forman parte de la identidad del municipio. El entorno combina la dehesa extremeña con sus encinas y alcornoques con pueblos llenos de historia. Desde Serradilla puedes llegar fácilmente a Plasencia, ciudad monumental y vibrante, y al Real Monasterio de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad. Quienes buscan gastronomía no pueden perderse la cocina local: embutidos ibéricos, quesos, migas extremeñas o la caldereta de cordero, disponibles en pequeños restaurantes familiares y mesones de la zona. También hay mercados locales y tiendas donde adquirir aceite, miel y productos artesanos. El barrio invita a pasear por calles tranquilas, conversar con vecinos hospitalarios y disfrutar de fiestas tradicionales que muestran la esencia de la cultura extremeña. Además, la ubicación es perfecta para descubrir la región, ya sea explorando rutas en bicicleta, haciendo excursiones a pueblos cercanos o relajándose al calor de una chimenea tras un día en la naturaleza.