Es pequeña, acogedora y cómoda. abrir las ventanas es entrar en el bosque con sus rumores, olores, piar de los pájaros... Da poco trabajo de arreglar y te permite estar, si quieres, todo el día en el monte o la terraza, paseando, leyendo un libro, pintando, tomando el sol...o practicando la simple y maravillosa tarea de vivir. La construyeron mis padres en los años 60 con mucho esfuerzo. Eran tiempos difíciles y la dificultad del acceso hizo aun más gravosa la construcción. Ellos amaban la montaña y soñaban con tener una casa en las alturas, lo consiguieron y la hemos disfrutado y seguimos disfrutándola todos los años, ahora la abrimos también a nuevos huéspedes que deseen conocer Els Ports y todo su entorno; Tortosa, el Ebro y su Delta, la Via Verde...

Me enamoré de esta bella montaña desde el primer verano que disfruté de ella a los 12 años y puedo deciros que he pasado muchas horas de mi vida buscando antiguos senderos a partir de las narraciones de pastores y excursionistas, descubriendo rincones escondidos y dibujando y marcando rutas cuando los GPS no nos lo ponían tan fácil como ahora. Conozco esta montaña a fondo y esto me hace feliz. He transmitido mi pasión por ella y los conocimientos adquiridos durante años, a mi pareja, a mis alumnos del instituto, a mis amigos, a mis hijos y ahora empiezo con mis pequeños nietos. Os convido a conocer Els Ports, la montaña intimista, desde nuestra querida Caseta.

Els Ports junto con el Delta del Ebro configuran los dos Parques Naturales de Les Terres de l'Ebre, clasificadas recientemente como Reserva de la Biosfera. La belleza y variedad de los paisajes que encierran, a muy poca distancia unos de otros, la historia varias veces milenaria de sus pueblos y ciudades, la gastronomía y el trato amable de sus habitantes , hacen de las Terres de l'Ebre un lugar recomendable para pasarlo bien y desconectar de las obligaciones cotidianas.