Marusía Apartamento es mi sueño hecho realidad. No es un simple apartamento en la playa. Es una vivienda en medio del paseo de la playa con grandes ventanas desde las que puedo ver la inmensidad del Océano Atlántico. A unos pasos de la playa para poder escuchar el susurro unas veces, el estruendo otras, de las bravas olas de la Costa da Morte. Es una vivienda amplia, soleada, luminosa... con todas las comodidades necesarias para unas vacaciones perfectas y decorada con elegancia y sobriedad, donde nada falta y nada sobra. Malpica lo tiene todo sin perder su esencia. Y Marusía Apartamento te permite disfrutarla casi sin salir de casa. Situado en medio del paseo marítimo, todas sus ventanas te ofrecen la posibilidad de disfrutar de las vistas a la Praia Maior, playa urbana con Bandera Azul en la que disfrutarás de las olas como un niño. Pero también podrás disfrutar, desde esas ventanas, del ambiente festivo del pueblo durante todo el verano, que te convencerá para bajar y pasear por toda Malpica: sus calles, sus bares, su puerto, sus otras playas, la atalaia... Y presenciar las tormentas y temporales de invierno, desde el calor de tu sofá e incluso desde tu cama.

Cuando era niña, las vacaciones en Malpica eran sagradas porque eran por recomendación médica. Hoy se se justifican sus propiedades medicinales por el yodo y otros minerales de sus aguas y se conoce el poder de sus olas para aliviar cualquier tipo de contractura muscular. Y todo esto sin abrasarte de calor gracias al nordés: viento fresco que sopla desde un punto intermedio entre el norte y el este. Con él y con la arena tan blanca que tenemos conseguirás un bronceado más intenso que en cualquier otro lugar, y disfrutarás del sol sin sacrificio alguno. Vengas como vengas, volverás a casa mejor.

"Vila da vida na Costa da Morte" (Villa de la vida en la Costa de la Muerta) es como se conoce nuestro pueblo, Malpica. Es un lugar pequeño, lleno de vida en verano y un remanso de paz en invierno. A pesar de ser conocido como ejemplo del feísmo urbanístico, conquista el corazón de todos sus visitantes porque tiene algo especial que gusta. Quizá sea la "marusía", ese olor característico de algas y mar que nos invade nada más llegar. Quizá ese mar salvaje, indómito, cruel y clemente al mismo tiempo. O sus gentes, sencillas, espontáneas y "festeiras". Y lo tienes todo cerca: A Coruña, a 30 minutos; Santiago, a una hora; las Rías Baixas a 90 minutos y Fisterra, a 40 minutos. Y opciones turísticas a un paso: Muíños do Ardeleiro, Verdes, Faro de Punta Nariga, Ruta dos Faros... Si aún no estás convencido, tienes que venir.