Lo que más disfruto de recibir gente es poder compartir la hospitalidad cusqueña y ayudar a que cada viajero viva una experiencia auténtica. Me encanta conocer personas de diferentes partes del mundo, escuchar sus historias y ver cómo descubren la magia de Cusco. En mi tiempo libre disfruto caminar por el centro histórico, visitar mercados locales y explorar rincones poco conocidos de la ciudad. También me gusta la fotografía y la cocina peruana, por eso siempre estoy feliz de recomendar lugares para comer o preparar un desayuno típico para quienes lo deseen.

Lo que hace único a nuestro alojamiento es la combinación de ubicación privilegiada y calidez hogareña. Estamos en pleno centro histórico de Cusco, pero en una zona tranquila y segura, lo que permite explorar a pie los principales atractivos sin perder comodidad.

Nuestro barrio combina la tranquilidad de una calle tradicional con la cercanía a los principales atractivos de Cusco. A solo 10 minutos caminando está la Plaza de Armas y, en el camino, puedes descubrir templos coloniales, calles empedradas y coloridos balcones típicos. Muy cerca encontrarás el Mercado San Pedro, ideal para probar jugos frescos, frutas andinas y la auténtica gastronomía local. También tienes acceso fácil a restaurantes, cafés y panaderías tradicionales. Recomendamos visitar el Museo de Arte Precolombino y el Coricancha (Templo del Sol), además de pasear por el barrio de San Blas, conocido por sus talleres artesanales y vistas panorámicas. Es una zona segura, auténtica y perfecta para quienes quieren vivir Cusco como un local, caminando y descubriendo rincones únicos.